Tipos de modalidades constructivas
Construction management, build-to-suit y turnkey-project.
¿Qué modelo se adapta mejor a mi proyecto como promotor?
Los tiempos cambian, y si las empresas quieren mantenerse competitivas en el mercado y crecer, deben cambiar con ellos. El mundo de la construcción ha sido un claro ejemplo de ello evolucionando en este sentido de forma voraz los últimos 10 años. Especialmente en los tipos de modalidades constructivas.
Desde la crisis de 2009 y la explosión de la burbuja inmobiliaria, las empresas dedicadas la construcción de inmuebles, tanto habitacionales como aquellas centradas en el sector industrial o inversionista tuvieron que reinventarse para adaptarse a las nuevas circunstancias y empezar a competir en un mercado muchísimo mas restrictivo donde la demanda, reducida a niveles subterráneos, marcaba el ritmo.
Había que cambiar el tipo de modalidad constructiva.
Y había que hacerlo ya.
Antes, las grandes constructoras dictaban las normas, ahora las dicta el cliente.
Y el cliente quiere ventajas y facilidades.
Como consecuencia de ello, el modelo tradicional del trinomio:
proyección industrial + diseño arquitectónico + construcción de proyecto
empieza a diluirse en favor de un producto especialmente pensado para dar al cliente las mayores beneficios.
Cuando una promotora/propietario se enfrentaba al desafío de levantar un proyecto tenía que poner a funcionar una maquinaria integrada por estas 3 áreas que trabajaban de forma independiente (ingeniería, arquitectura y construcción), conseguir que se entendiera entre ellas y que se articularan para obtener como resultado un proyecto arquitectónico real en tiempo y forma.
Algo que difícilmente se conseguía.
Requería un enorme esfuerzo de comunicación, comprensión y atención por parte del promotor que se veía obligado a lidiar por partida triple con requerimientos, consejos, quejas, tiempos de ejecución, alineación de diseños, desavenencias, etc.
Hoy en día, como clientes, queremos soluciones rápidas, plazos cumplidos y cuantas menos preocupaciones mejor.
Como solución a la problemática que presentaba el sistema tradicional de construcción de proyectos se desarrollaron los siguientes tipos de modalidades constructivas: construction management, el build-to-suit y el turnkey-project.
Todas tienen en común un detalle:
eximen al promotor/propietario de tener que estar corriendo detrás de las áreas técnicas para que cumplan su trabajo y crean una figura que lo hace por el.
Nuevos modelos constructivos en el sector industrial ¿Cuál es más conveniente?
El que mejor se adapte a ti y a tus planes estratégicos o de expansión. Veamos como se articulan cada uno y podrás decidir con datos.
TURNKEY PROJECT
El consabido “llave en mano”. Este modelo se caracteriza por reducir el número de agentes intervinientes en el proceso constructivo a 2: promotor por un lado y gestor integral de proyecto por otro. Este gestor integral se encarga del proyecto en su totalidad puesto que en su equipo de trabajo se integran las áreas de ingeniería, arquitectura y construcción y estas funcionan coordinadas.
Avanza es un ejemplo de modelo Turnkey-project.
Dentro de nuestro grupo, los equipos de ingeniería, arquitectura y construcción están integrados y se coordinan a la perfección para trabajar el proyecto de principio a fin de forma que, nuestro cliente, no tenga que preocuparse por nada y siempre tenga un solo interlocutor: Avanza.
CONSTRUCTION MANAGEMENT:
Es cuando una persona o empresa hace de intermediario entre el promotor y los diferentes agentes que intervienen en el proyecto. El construction manager se encarga de lidiar con los distintos agentes y es responsable de la gestión de los mismos, así como de la contratación de proveedores, personal, y control del presupuesto. En definitiva, controla plazos, costes y alcance de un proyecto. Es el asesor de confianza del promotor-propietario y su responsabilidad es que el proyecto llegue a buen puerto.
BUILD TO SUIT:
Se traduce, literalmente, por construcción a medida y tiene su mayor éxito en el sector logístico de grandes empresas tractoras. En este caso, el promotor no es propietario sino arrendatario a largo plazo. La empresa que le ofrece el producto se encarga de buscar el terreno, la financiación, los agentes necesarios para el diseño, proyección de instalaciones y constructora, creando el proyecto completo y poniéndolo a su disposición.
De este modo el cliente final se evita problemática y tiene acceso a espacios dotados de los últimos avances y en muy buenas localizaciones. Aunque nunca será propietario del mismo y, en ocasiones, debe compartir espacios con otros arrendatarios ya que son grandes centros logísticos que se compartimentan y se alquilan por partes.
Opciones hay para todas las necesidades, depende ya del promotor/propietario/cliente y la visión que tenga de su empresa elegir la que mejor se adapte a ella.
Lo que está claro es que el mundo de la construcción ha cambiado y continua cambiando posicionándose del lado del cliente para mejorar así, no solo la cadena de valor de su producto, sino su competitividad en un encarnizado mercado.