Frío industrial para el sector agroalimentario

¿Puede asegurarnos la ingeniería una mejora energética en este campo?

Sin lugar a dudas, la respuesta es sí. El frío industrial para el sector agroalimentario puede proporcionarnos una importante mejora energética en nuestra empresa.

Dependerá del sistema que elijas instalar, según tus necesidades pero, obviamente, desde el objetivo de la mejora energética, la ingeniería aplicada a un proyecto industrial del sector agroalimentario siempre buscará una solución que contenga estas  3 características:

  • Eficiente
  • Económica
  • Sostenible

Eficiente para que asegure la correcta conservación de los productos en tiempo y forma; Económica para que repercuta lo menos posible en los costes de producción y Sostenible para que cumpla con el compromiso con el entorno y la legislación vigente en esta materia.

¿Existe un sistema de frio industrial que las contenga todas y se aplique al sector agroalimentario?

No solo existe, sino que lo inventaron en el siglo XIX: 

La refrigeración por amoniaco.

A día de hoy, la refrigeración por amoniaco es uno de los tipos de frío industrial más eficientes, económico y respetuoso con el medio que existe, y cuyo uso está especialmente aconsejado para el sector agroalimentario, donde las necesidades de refrigeración a muy baja temperatura y de carácter continuo son prioritarias.

El amoniaco es un refrigerante natural con unas condiciones termodinámicas maravillosas que permiten hasta -70º de temperatura. Es un compuesto de nitrógeno e hidrógeno, aunque el que se usa en frío industrial es amoniaco anhidro, es decir, sin aporte de agua.

Instalación frío industrial con base de amoníaco diseñado y construido por avanza construcciones para Interbread bajo la modalidad llave en mano

¿Qué ventajas me proporciona el frio industrial por amoniaco frente al resto de sistemas?

  • No es contaminante con lo cual cumple fielmente con las normativas de gases fluorados y con el planeta.
  • Supone ahorro energético ya que tiene un rendimiento entre un 3% y un 10% mayor que sus competidores.
  • Es un ahorro económico importante puesto que cuesta menos que las alternativas y necesitas menos cantidad
  • Seguridad: no causa daño alguno a la salud y su olor penetrante avisa de cualquier posible fuga en el sistema haciéndonos más fácil y rápida su detección.

¿Cómo optimizar la instalación del sistema de frío industrial en el sector agroalimentario?

Ya tienes el sistema adecuado y mas eficiente, ahora veamos como hacerlo realmente óptimo.
En primer lugar con la construcción de cámaras especialmente diseñadas para ello. Construidas con paneles sándwich, y dotadas de equipos de refrigeración que aseguran la correcta regulación de la temperatura, la cámaras de frio deben tener una posición correcta en el flujo de trabajo que hayas marcado para que la vida del producto obtenga las mejores opciones de calidad y no se rompan las cadenas de frío.

Por otro lado, las estanterías de almacenajes también son una cuestión importante. Han de ser de especificas para almacenamiento en frío y fabricadas en acero inoxidable.

El equipo, además de los compresores, condensadores, válvulas y sensores de temperatura que conforman todos los equipos de frío industrial, cobran vital importancia los deshumidificadores que evitan la formación de hielo.

La entrada y salida constante de mercancía constituye otro reto a la hora de mantener la temperatura constante y evitar que se rompa la cadena de frío. La mejor forma de hacerlo es a través del Security Airlock System, más conocido como SAS.

Se trata de dos puertas rápidas que nunca están abiertas a la vez, siguiendo un sistema simple para compartimentar de espacios. De este modo, se evitan cambios bruscos de temperatura, pérdida de frío y condensaciones.

Como se puede adivinar, el diseño y la construcción de almacenes fríos y sistemas de refrigeración industrial son bastante complejos, requieren una gran compenetración y comunicación entre el promotor y la empresa encargada del proyecto para asegurar un excelente flujo de trabajo.

El amoniaco como base para el frío industrial para el sector agroalimentario es una gran opción en este sentido.